Hoy no voy a hablar de cosmética. Hoy os voy a hablar de un paraíso en el que he estado pasando este puente: “La Calma”. Está ubicado en Ribadesella, y es una casa rural de 3 habitaciones. La dueña, Morelia, es una mujer encantadora y llena de luz. Mi amiga Sara me invitó a ir con ella a pasar unos días y a sumergirnos en La Calma.
El tiempo fue maravilloso, apenas lloviznó un día y el sol hacía que el paisaje fuese más bonito todavía.
Llegamos el jueves a eso de las 3 y Morelia nos recomendó un mesón cercano, al que se podía ir andando, Mesón La Fuente, regentado por un matrimonio encantador y una camarera súper eficiente. Comimos una deliciosa sopa de pescado, tanto, que la comimos todos los días. Además de fabes, cachopo etc…Nos abonamos al mesón y comimos o cenamos allí cada día. Desde aquí les mandó un saludo y espero volver pronto.
Por la tarde Morelia nos dio un masaje relajante. Lo hace verdaderamente bien, tiene unas manos maravillosas. Además Morelia nos hizo “Healing”, es lo que se conoce en español como sanación del Sendero Paramita, que es muy parecido al Reiki. Para los que no sepáis lo que es, os lo digo yo, el Reiki y el Healing, es transmisión de energía universal a través de las manos. Es una experiencia gratificante y muy agradable. Para mí es algo muy familiar, ya que tengo el grado 2 de Reiki, y lo practico habitualmente. No conocía el Healing, que además enfatiza bastante la meditación y no se pierde en simbolismos como el Reiki. Me encantó.
Una cena a base de pescado en Ribadesella, y después nos fuimos a dormir. En La Calma se respira tanta paz que se duerme profundamente.
Por la mañana Morelia prepara el desayuno a base de café, leche, cola cao, pan riquísimo, bizcocho de nueces, embutidos, tomate, fruta, zumo de naranja…todo muy completo.
En La Calma siempre hay música relajante, cada detalle está cuidado al máximo, los colores son neutros y muy cálidos, y es verdad que la paz se respira en cada esquina y te sientes con un bienestar completo.
Por la mañana recorrimos la vieja carretera a Llanes parando en diferentes playas y volvimos a comer a nuestro mesón la sopa de pescado.
Por la tarde hicimos un taller de Healing, con la iniciación del grado 1 y practicamos diferentes meditaciones, conocimos a Claudia, que estaba en La Calma como nosotros, buscando descansar y aprender.
Al día siguiente fuimos hasta Lastres por la mañana, a ver el pueblo del Dr. Mateo y comimos en una tasca que se llamaba “El Descanso”. Se come muy bien por poco dinero.
Por la tarde repetimos taller con Morelia e hicimos el grado II de Healing. Fue una experiencia extraordinaria que me guardo para mí, con un montón de sensaciones.
He vuelto a casa llena de energía, renovada, y con la certeza de que soy un ser de luz.
Os recomiendo que vayáis a La Calma, y que probéis, si no sois muy excepticos, o mejor, si no sois demasiado terrenales, alguno de los Talleres que ofrece Morelia.
El Domingo después de desayunar Morelia se despidió de nosotros, nos regaló un cd con meditaciones guiadas de Alba Ambert, la fundadora de Sendero Paramita, y una piedra de cuarzo rosa para poner en el lugar que meditásemos.
He descubierto que si es posible meditar, y que además me relaja y me hace ser mejor persona.
Os dejo unas fotos de La Calma y el enlace a su web por si queréis echarle un vistazo.
¡Buena semana!